Realizar buenos diseños es la fuente de poder de todo diseñador. Con más de 8 años de experiencia en el mundo del diseño, me gustaría compartir contigo algunos de los secretos que me han llevado al éxito en el sector laboral. Por eso, te expongo a continuación una serie de consejos que me han sido útiles y que espero, te sirvan como ayuda en tu camino.

 

1. Escucha al cliente: Cuando se trate de un trabajo a nivel laboral, siempre debemos escuchar al cliente. En este apartado, debemos dejar claro cuales son las ideas de nuestros clientes, pues a ellos irá dirigido el diseño que realicemos.

 

¿Pero qué entendemos exactamente por ideas? No es únicamente que nos digan "quiero un cartel" y ya está. Por ideas, podemos entenderlo como saber el tipo de colores que más le gustan, los que le gustan menos, si quiere un estilo informal o formal, lo que más y lo que menos valora de un producto, conocer un poco sus gustos, sus preferencias, etc...

 

2. Debes ser único: No ofrezcas al cliente lo más básico, busca siempre innovar, debes ser más creativo que la competencia. Tu objetivo es que el cliente se quede satisfecho con tu trabajo y de esta manera, poder obtener la posibilidad de futuros pedidos de la misma persona.

 

Uno de los errores más habituales en el mundo del diseño es caer en el uso completo de plantillas. Por completo queremos decir que se utilicen plantillas de todo tipo con el fin de ahorrarnos tiempo en diseñar. Emplear estos métodos equivale al estudiante que recurre a las chuletas para aprobar, es decir, obtienes un "buen" resultado al instante, pero todo a costa de no aprender nada de la materia en cuestión. Una cosa es utilizar plantillas para demostraciones o exponer tus productos y otra muy diferente es usar plantillas como por ejemplo carteles en los que sólo tenemos que cambiar el título. No caigas en esto, tu objetivo es ser diseñador y ofrecer lo mejor de lo mejor.

 

3. Crea bocetos de las ideas: Piensa bien la idea que quieres diseñar. Si no se te ocurre ninguna idea al instante, no te desesperes, observa otros trabajos, nunca copies, por observar quiero decir ideas que puedan inspirarte, que te ayuden a visualizar el camino que quieres tome tu diseño.

 

Realiza bocetos mentales, dibujos a papel o esquemas, lo que más cómodo te resulte, pero siempre visualiza la idea en tu mente antes de llevarla al ordenador. Gracias al uso de los bocetos, podrás desarrollar cualquier concepto de manera más rápida e improvisar cualquier tipo de modificación si no estás satisfecho.

 

4. Buenas combinaciones: Realiza buenas combinaciones con todos los elementos de tu diseño, es decir, colores, imágenes y texto. Debes lograr que estos elementos se fusionen y ofrezcan una comunicación visual perfecta.

 

Elige bien los colores. Combina colores que creen un buen contraste, bien sean armónicos, complementarios, etc ...De ser posible, siempre acorde a la temática del diseño, es decir, si por ejemplo se trata de un cartel o folleto que tenga que ver con la naturaleza, utiliza colores propios del medioambiente, tales como tonalidades de verdes o marrones.

 

En cuanto a las imágenes, procura evitar el uso de archivos JPEG en la medida de lo posible, pues estos archivos tienden a perder calidad en cada edición y guardado que le apliques. Lo más correcto es usar imágenes vectoriales para logotipos o trazados y archivos PSD-TIFF para fotografías.

 

Por último, emplea tipográfia acorde a lo que se desea transmitir, es decir, si se trata de un trabajo formal tal como una tarjeta para un arquitecto, utiliza tipografías serias de palo seco o con remate no redondeado. En cambio, si estamos hablando de un diseño para una fiesta de cumpleaños infantil, utiliza textos más informales y redondeados.

 

5. Archivo final: Guarda siempre tu archivo en los mejores formatos (PDF alta calidad, PSD, TIFF...). Recuerda siempre aplicar sangrado a tus diseños, además de las marcas de corte.

 

¿Por qué es tan importante el archivo final? Si realizas un diseño espectacular, pero que luego no sirve para el proceso de impresión y postimpresión, el trabajo no habrá servido de nada. Cuando se imprime un archivo tal como una revista que por ejemplo lleva imágenes hasta el borde, la impresora, por defecto, siempre deja un pequeño borde sin imprimir alrededor del papel. Si no le aplicamos sangrado ni marcas de corte, el proceso de postimpresión será muy complicado, pues siempre o casi siempre, quedará un pequeño "filete blanco".

 

 

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